Señor, Adorado y bendito seas por siempre Jesús de Nazaret
Adorado, Bendito y glorificado seas mi Señor, te doy gracias por que eres Dios, vivo, eterno y verdadero.
Te alabo, te bendigo Señor en tu omnipotencia. Por qué solo tu eres Dios Todo Poderoso.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Señor porque solo tu eres capaz de dividir el mar en dos.
Te alabado, te bendigo y te doy gracias por que eres el Dios que cumple sus promesas. Como lo hiciste con Abraham.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Señor, porque no por la fuerza triunfa el hombre.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Señor porque grande es tu bondad, una bondad, Señor que, en medio de la persecución, tú haces que la verdad salga a la luz como lo hiciste con Susana en el libro de Daniel.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Señor, porque tus planes son de bendición, aunque en mi pequeñez no comprenda.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Señor, por los ejemplos de fortaleza y confianza que nos has dejado en tu Santa palabra, como Josué, Tobías, Judith y tu Santa Madre la virgen María.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Señor porque al justo lo rescatas de las fauces del León como lo hiciste con Daniel o como hiciste con Jeremías en el pozo.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Señor porque solo tu das vida a unos huesos secos como le mostraste a Ezequiel.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Señor porque tú no abandonas a tu creatura como hiciste con el pueblo de Israel que, a pesar de haber murmurado, tú hiciste llover maná del cielo.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias mi Dios y Señor, porque grande es tu amor e insondable es tu misericordia… tanto así que tu unigénito se encarnó.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Señor porque para los hombres nació la luz del mundo, Cristo Jesús.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Señor por los misterios escondidos en tu niñez Jesús.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por salvarme.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por beber el cáliz de tu pasón por amor a nosotros.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús porque mientras bebías el cáliz del sufrimiento pensabas en mí.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús, porque en cada azote que recibiste, pensabas en mi para limpiarme de toda impureza de la carne.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús, porque dejaste que maltrataran tu cabeza Señor con la corona de espinas, para mantener la pureza de mi mente.
Te alabo te bendigo y te doy gracias Jesús, por la llaga que muy poco se habla, la llaga de tu hombro porque con ella me recuerdas el peso que cargaste por amor a mí.
Te alabo te bendigo y te doy gracias Jesús, por la llaga de tu costado, por esa sangre y agua con la que me redimiste.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús, porque cuando te extendieron en el madero y ser clavado en manos y pies, me has, enseñado a abrirle los brazos al necesitado, al doliente, al rebelde, al cautivo poniendo en mis pies el calzado con el celo por el Evangelio.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús, porque en tu sacrificio me enseñas el valor de la penitencia, el sacrificio y la mortificación.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús, por enseñarme a ser último entre mis hermanos.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por ser el Rabbuni de mi vida.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por la madre celestial que nos dejaste, La Inmaculada Concepción, la llena de gracia, la humilde virgen María.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por las ansias que tenías para que conociéramos al paráclito, el gran consolador.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús porque vives y cada día se cumple tu palabra cuando dijiste: yo estaré con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos en cada Eucaristía.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por la belleza de la comunión de los Santos.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por mis hermanos mayores: San Benito Abad, San Bernardo Abad, Santo Domingo de Guzmán, San Francisco de Asís, Santa Clara de Asís, San Buena Ventura, Santa Gertrudis, Santa Catalina de Siena, San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Ávila, San Francisco de Sales, Don Bosco, Santa Gemma Galgani, Santa Teresita del Niño Jesús, Padre Pío, Santa Faustina.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Señor Jesús, por los 9 coros angélicos que siempre están atentos a brindar auxilio al hombre y por el protector de la Iglesia Católica San Miguel Arcángel.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por mis enemigos y adversarios porque gracias a ellos trabajas en mi la caridad que viene del Padre Eterno.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por las calumnias, murmuraciones y maledicencia envueltas en veneno y malicia porque tu palabra dice: “La mesa preparas frente mis adversarios y que aceite perfumas mi cabeza”.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús porque ante las palabras dichas con la miel de la falsa amistad y doble intención de corazón que me ofrecen, tu Señor eres mi verdad y mi roca firme.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por que ante la perversidad e iniquidad con la que me atacan, tú me dices Señor: “tu estas bajo el amparo del Altísimo”
Te alabo, te bendigo y de doy gracias Jesús por los méritos de tu resurrección por que puedo decir: “Ha vencido el León de la tribu de Juda, la raíz de David”.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por mirarme, por rescatarme, por limpiarme, por sanarme, por levantarme, por amarme, por cuidarme, por hacer posible vivir y experimentar la belleza del Santo Espíritu de Dios, la tercera persona de la Trinidad.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús por cada humillación recibida porque cuando otros se regocijan al buscar hacerme daño por sus heridas, tú me haces conocer y crecer en la verdadera humildad que viene de lo alto.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús, porque eres bueno, bondadoso, clemente, paciente, compasivo, misericordioso y por la invitación que me has hecho de vivir en tu senda.
Te alabo te bendigo y te doy gracias Señor porque ante las acciones de rebeldía, ofensa e inmadurez en la Fé de algunos, tú me enseñas que mi corazón debe ser semejante al tuyo, dispuesto a perdonar para crecer en el Espíritu muriendo así mi carne.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias por que en mi pequeñez y fragilidad me dices esfuérzate y sé valiente.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias mi Jesús Eucaristía.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Jesús porque en tu grandeza te has hecho pequeño al mantenerte en cada custodia, en cada sagrario a la espera de todo aquel que busque tu compañía.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Dios Padre, Dios hijo y Dios Espíritu Santo por amarme con amor eterno.
Te alabo, te bendigo y te doy gracias Dios con todos los Santos que te alaban eternamente.