Durante su asistencia a la Conferencia de Notre Dame, el Padre Tomas Antonio Sendlein C.M. (Progreso), invita al P. Alfonso Navarro de México, a dar un “Cursillo de Iniciación” en Panamá, en septiembre de 1974. De allí el P. Sendlein, constando con el apoyo del P. Francisco Galente O.S.A. (Tole), traen al P. Navarro a Progreso, Puerto Armuelles, a finales del año 1974, para que diera allí también, un cursillo de iniciación. El 3 y 4 de mayo de 1975. El P. Galente inicia el movimiento en David con un retiro, ayudado por las Señoras Victoria de Osorio y Clara García de Paredes, quienes empezaron a programar y efectuar en el Obispado de David los primeros retiros de iniciación y asambleas que se realizaban los días miércoles a la7:30 p.m. se hicieron retiros en Gualaca y Las Lomas, en donde se formaron círculos de oración, equipos de retiros, equipos de trabajo y labor de catequesis, promovidos con la ayuda de Fray Antonio Blanco O.P., que estuvo apoyando el movimiento desde sus inicios y que posteriormente asumió la dirección de esta corriente eclesial, nombrado por el Obispo Daniel Enrique Nuñez, como Asesor Diocesano del Movimiento de la Renovación Carismática Católica Chiriquí en octubre de 1976, hasta 1981. Este sacerdote impulsó retiros y asambleas Diocesanas por las diferentes Parroquias de David, con un equipo de servidores de la Renovación Carismática Católica. En estos primeros años se dieron varios retiros de iniciación en diferentes lugares de la Diócesis de Chiriquí. Tole, Remedios, Las Lajas, Boquete, Boquerón, Concepción, Progreso, Puerto Armuelles, Las Lomas, Chiriquí y Gualaca; fueron algunos de los lugares donde se formaron inicialmente varios círculos o grupos de oración. En los años de 1977 a 1978, cabe mencionar que el Preb. Alberto Rambla asume parte del Movimiento de la Renovación proyectándolo al Plan Pastoral de la Parroquia de San Martín de Porres, llegándola a organizar e integrándola al S.I.P.E. (Sonido e Imagen Para Evangelización), en donde se formó un equipo misionero tanto de jóvenes como de adultos, para evangelizar en los colegios y comunidades rurales (Portachuelo, Chorchita, Cañazas, La Pita, Bocalatun, Macano, Bágala, Chiriquí, Veladero), dando cursos de iniciación de vida en el Espíritu y retiros de crecimiento, acompañados por un seguimiento y pastoreo continuo a cada comunidad. Otro asesor de esta corriente eclesial dentro de la Diócesis fue Fray Vicente Morgante O.F.M.; bajo su dirección se llevaron a cabo muchos retiros, asambleas parroquiales y la creación de grupos de oración entre los años de 1981 a 1985. Pasado el tiempo la Renovación no contó con la asesoría de sacerdotes y los laicos se hicieron cargo de su dirección. Tratando de seguir la misma pastoral se realizaron grandes proyectos de evangelización como: la creación de un equipo Misionero, con el asesoramiento del P. José Martínez O.P. Uno de los logros más importantes es que despertaron con sus misiones el deseo de los cristianos a conocer a Dios de tal forma que en la Misión Nacional eran muchos los misioneros que habían participado de una u otra forma en las actividades programadas por el equipo de la Renovación Carismática Católica. El 3 de junio de 1990, el P. José Martínez O.P., se hace cargo de la dirección espiritual y asesoría de la Renovación por disposición del Obispo Daniel E. Nuñez, hasta octubre de 1999. Fray José Martínez se encargó de la pastoral de la Renovación y de organizar su estructura. Orientando la R.E.S. por orden del Obispo hacia la pastoral parroquial.