Cada anciano es tu abuelo
julio 28, 2020“Misere Cordis”
septiembre 24, 2020Por: Milagro Barahona Montoya
María fue el tabernáculo, en el cual por acción del espíritu Santo se encarnó nuestro Señor Jesucristo, ¿con cuanta mayor frecuencia debemos imitar su actuar? Y es que al vivir y recibir por gracia y voluntad de Dios Altísimo una efusión del Espíritu Santo, vivir y experimentar sus dones y carismas, ¿cómo debo vivir estas gracias de Dios?... como lo hizo nuestra Madre Santísima, por algo es nuestro modelo y es que en ella no solo vemos un despliegue de dones extraordinarios por que el camino por el cual ella nos lleva a seguir es, primero ponernos al servicio de los demás, en completa humildad, esto lo vemos en las sagradas escrituras, cuando el Ángel se le aparece a la Virgen María y le brinda la anunciación, ella no salió a vanagloriarse, ella no salió gritando a los cuatro vientos lo que el Altísimo hizo en ella, María lo primero que hizo fue ir a servir a Isabel… ¿Ponemos al servicio de los demás nuestros carismas, como lo hizo ella… guardando todo en su corazón y en humildad? ¿Nos estamos despojamos de nuestro “YO”? será que aún no nos hemos dado cuenta que cuando María dijo Sí, ella renunció a sí misma, a sus sueños personales, ella solo se abandonó en Dios para que el Espíritu Santo hiciera tan majestuoso despliegue de fuego amoroso… Será que en nuestras conversaciones aún seguimos mencionando un clásico de clásicos: “Es que yo soy así” … ¿Realmente le estoy permitiendo al gran alfarero que mediante el Espíritu Santo me forme según su plan?
“Nuestra Torre de David” y “Arca de la nueva Alianza” nos enseña un gran manejo de las sagradas escrituras ¿Cómo? Solo profundicemos La Magníficat, con cuánta gracia hizo uso de la palabra de nuestro Señor, dando como resultado esta bella composición… ¿Cómo está nuestra relación con la palabra de Dios? Más que leer la palabra y cumplir con una lectura diaria ¿la vivo? ¿la pongo en práctica? ¿la interiorizo y permito que obre en mí? ¿Alabo al Rey de Reyes mediante su palabra?
Cuando leemos acerca de nuestra “Estrella de la mañana” notamos que los frutos de los dones o carismas es una vida de virtudes, como lo fue ella, Mujer virtuosa, llena de gracia, con mansedumbre, humildad, dominio de sí, sabía en qué momento hablar y en qué momento mantener el silencio, solo profundicemos en las bodas de Caná, ella solo dijo dos cosas: Se acabo el vino y hagan lo que él os diga, sin mayor discurso, sin mayor parafraseo… inclusive esto hasta nos muestra aquello que debe salir de nuestra boca… ¿Cuántas veces andamos por la vida disparando a otros corazones con nuestra boca, bajo la excusa de que nuestro carácter es fuerte? ¿Esta nuestra vida siendo virtuosa? ¿Cuáles son esas virtudes en las que debo crecer? ¿las he identificado? ¿las estoy cultivando?
Grandes Santos de la Iglesia a lo largo de su vida, hicieron mención de ella, el Padre Pío, San Juan María Vianey, San Juan Pablo II, Santa Teresa de Calcuta, San Francisco de Asís, San Juan Bosco, San Luis María Grignion de Montfort, entre las frases de este último tenemos: “Nunca se honra tanto a Jesucristo como cuando se honra a la Santísima Virgen, efectivamente, si se le honra, es para honrar más perfectamente a Jesucristo” … ¿Permito que el tabernáculo escogido por Dios, fecundado por el Espíritu Santo y dado en obsequio por Cristo Jesús guíe mi caminar, me enseñe a orar como lo hacia ella y me enseñe a poner mis carismas al servicio como ella lo hizo?
En los tiempos de pandemia por los que estamos atravesando, un alto, un momento de reflexión de la mano de aquella que nos lleva al hijo, no nos vendría mal, independientemente de tu recorrido, sea largo, sea corto, ella siempre está con las manos extendidas para ayudarnos en nuestro andar según sea la voluntad de aquel que Reina en la eternidad de los cielos.