Un Mismo Ardor Apostólico
diciembre 13, 2021Efectos de leer, escuchar, meditar y discernir las Escrituras
febrero 2, 2022Eduardo Adames
Confraternidad de Periodistas y Escritores Vicentinos
En este tiempo de pandemia, donde todo tiende a que tenemos que guardar distancias el uno del otro; la iglesia ha tomado muy en serio este asunto y se ha alejado de aquellos que no tienen celular, de aquellos que no tienen redes sociales, y si tienen celular, no existe data de ninguna telefonía. Todo esto está ocasionando una fuga masiva de hermanos de nuestra iglesia hacia otras denominaciones cristianas, y hasta se nos están yendo a otras religiones como al islam, por ejemplo.
Cada vez que me invitan a predicar un retiro o taller de formación misionera, siempre comienzo compartiendo la realidad eclesial. Hoy siento un poco de temor al escribir este artículo, pero creo que es parte de mi misión y lo hago con toda la humildad buscando un cambio en nuestra iglesia y de repente en la Renovación Carismática Católica.
Te invito a que leamos Jn. 6,66 “Desde entonces muchos de sus discípulos se volvieron atrás y ya no andaban con él”.
Te pregunto hermano que estás leyendo este artículo ¿Crees que este pasaje evangélico es hoy una ficción o una realidad?
Si respondiste que es una realidad, me alegro mucho de que estés alineado con el presente de nuestra iglesia.
Si respondiste que es una ficción, me da mucha pena que no hayas sido capaz de no solo mirar, sino de ver la realidad de la iglesia.
Siempre se escucha decir que debemos pasar de ficción a realidad, pero en este caso debe ser al revés, que pasemos de la realidad y que en algún momento se convierta en ficción. Una empresa para que prospere, debe conocer su realidad económica y humana; y partiendo de allí, hacer un trabajo de reingeniería para mejorar sus balances y que todos salgan ganando. Creo que esto es imperativo hoy.
Vamos a escudriñar lo que nos comparte el evangelista Juan:
“Desde entonces muchos discípulos”
El adverbio entonces denota un tiempo, un momento u ocasión; estamos viendo que algo pasó en la vida de esos discípulos, si hermano, eran discípulos, seguidores, hombres o mujeres que en un momento le creyeron a Jesús después de un encuentro personal con él, o sea que no eran de la multitud que seguían a Jesús. Algo ha sucedido, y te aseguro que nosotros tenemos parte de esta responsabilidad como iglesia o como familia carismática. Hoy volvamos la mirada y revisemos el entonces de esos discípulos para reforzar muchas cosas que hemos dejado a un lado y que han afectado a muchos.
“Volvieron atrás y ya no andaban con él”
Esto es fuerte, hoy muchos volvieron atrás porque ya no llenamos sus expectativas como iglesia o renovación carismática y han comenzado a andar con otro o con otros, y ya debemos hacer algo y no conformarnos con un “ni modo”, “Dios lo quiso así”, “es parte del plan de Dios”; todas son excusas para eludir nuestra responsabilidad como miembros de la iglesia.
Quiero apoyarme con el Documento Conclusivo de Aparecida, donde nuestros obispos latinoamericanos reflexionan, hace 14 años, sobre la realidad eclesial y que hoy, lastimosamente, no ha cambiado nada. ¿Por qué Eduardo dice esto? Porque ha sido mi experiencia en la misión en salida que el Papa nos ha pedido que hagamos.
Vamos a buscar dicho documento en el numeral 5.4 y reflexionar, junto con los obispos, las razones por la cual muchos discípulos han vuelto atrás. Este numeral se llama “Los que han dejado la Iglesia para unirse a otros grupos religiosos”
No me voy a detener en todos, pero sí quiero que veamos algunas conclusiones o razones del por qué está pasando esto. ¡OJO! Lo dicen los obispos:
No se van por razones doctrinales, sino vivenciales
El tema doctrinal no es una razón, porque la mayoría de nuestros hermanos no conoce la doctrina católica; es más, son pocos los que han leído el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, que viene siendo un resumen del Catecismo de la Iglesia Católica. Se van por razones vivenciales, o sea que encuentran un estilo de vida y no una serie de normas y preceptos que al final marginan a muchos, principalmente a los pobres, olvidándonos que por encima de todo está la persona (Mc. 2,27).
No se van por motivos estrictamente dogmáticos, sino pastorales
Nuestra gente no conoce los contenidos bíblicos-teológicos de los dogmas de la iglesia y me atrevo a decir que no son del interés para muchos hermanos. Se van porque la iglesia está llena de pastoralistas y de muy pocos pastores. Muchos se volvieron atrás porque en un momento de tormentas, no hubo pastores de nuestra iglesia, sino pastores de otras denominaciones que estuvieron allí consolando y ungiendo con aceite sus heridas. En este punto, es urgente levantar una generación de discípulos con mentalidad de pastor y no de ovejas, discípulos que ya dejen de ser cargados y comenzar a cargar a otros y llevarlos a Jesús.
No se van por problemas teológicos, sino metodológicos.
En las dos anteriores vimos lo teológico, veamos la razón metodológica; es cambiar los paradigmas o esquemas caducos que más que atraer, alejan porque se tornan aburridos. Estamos en un mundo de cambios y nosotros tenemos que ir a su ritmo para evangelizar. Después de esto que te he compartido, te hago nuevamente la pregunta ¿Crees que este pasaje evangélico es hoy una ficción o una realidad?
En un próximo artículo, te voy a compartir lo que los obispos nos piden que hagamos antes esta realidad que no tiene nada de ficción.